Mi cabeza un torbellino, tú, piedra angular de mi destino
Silueta dorada que enmarcas mis memorias, que riges las colinas de un vientre entumecido
Floreces cuando nadie lo espera, creces cuando pareces desaparecer
Sientes cuando no debes querer y finges a ratos un sabor amargo que jamás podrás tener.
lunes, 13 de septiembre de 2010
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