Desde el recondito lugar del sentimiento
hasta el más puro hallazgo de pensamiento
vienes y vas como inalcanzable tormento,
no importa lo que diga, sino lo que opine el viento
Viento que acaricia mis mejillas
con pequeñas plumas de seda que vienen y van
como el único susurro de mi último aliento.
lunes, 13 de septiembre de 2010
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